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Mientras el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, perdía su tiempo en burlarse del doctor Fauci y pedirle internet al presidente Biden para salvar, por obra y gracia de la tecnología, a Cuba, el estado que él dirige se convertía en el epicentro de la pandemia en Estados Unidos con una tasa de positividad del 18.1 por ciento y más personas hospitalizadas que cualquier otro estado.
Florida registró 21.683 casos nuevos de COVID-19, la cifra más alta en un solo día en el estado desde que comenzó la pandemia, según cifras federales de salud, y los parques temáticos locales comenzaron a solicitar de nuevo a sus visitantes que utilicen mascarillas en los recintos cerrados.
El Secretario de Estado Tony Blinken
El gobernador de Florida, Ron de Santis
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