USA-pandemia: Sucursal del infierno

La Associated Press (AP) reveló, este viernes que médicos y enfermeros en ese país  están exhaustos y desmoralizados.

Enfrentan la saturación de los hospitales por la impresionante ola de contagios y muertes que les inundan, lo que ha obligado a Gobernadores implantar medidas drásticas para tratar de contener la enfermedad.

Un ejemplo, Andrew Cuomo de Nueva York ordenó la prohibición de ciudadanos en restaurantes, alegando la multiplicación de ingresos hospitalarios.

Además, Tom Wolf, gobernador de Pensilvania suspendió los deportes en las escuelas, así como clausuró gimnasios, cines y casinos.

Según el Proyecto de Rastreo Covid, esta semana más de 107 mil estadounidenses estaban ingresados y alrededor de 290 mil fallecieron.

La AP recordó que los hospitales en todo el país se encuentran desbordados.

Cassie Ban, enfermera de terapia intensiva en Indiana University Health dijo, “constantemente estamos buscando camas. Antes de la pandemia, un enfermero de cuidados intensivos atendía a dos pacientes por turno y ahora  atiende a cuatro o cinco”. 

Y puntualizó: “Desearía que la gente pudiera ver lo que yo veo,  personas  aterradas y solas. 

La misma agencia noticiosa refiere la necesidad de camas, mascarillas y equipos, así como personal especializado, motivo de preocupación de aquellos que están en la primera línea combatiendo a la enfermedad.

Kiersten Henry, enfermera de cuidados intensivos en  el Centro Médico MedStar Montgomery en Olney, Maryland manifestó:

“Siento que ya corrimos un maratón, y que este es nuestro segundo y hasta las personas optimistas están sintiéndose agotadas en este momento”.

Agregó que muchos galenos  expresaron su frustración por la indiferencia y desprecio de algunos estadounidenses, hacia indicaciones básicas contra el virus.

El doctor Lew Kaplan, cirujano de terapia en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, señaló  que el personal de salud allí son tratados como “héroes” por ayudar a pacientes, pero considerados como “casi el mismo diablo” al pedir el uso de mascarillas.

Por último, Raju Mehrta, médico intensivista en el Advocate Health and Hospital en Chicago, indicó que al inicio de la pandemia muchos trabajadores de primera línea tenían energía suficiente para enfrentarla. Pero ahora, esa moral empieza a desmoronarse.