Pretende la CIA engañar al mundo y acusar a Cuba

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Pretende la CIA engañar al mundo y acusar a Cuba
Fecha de publicación: 
2 Marzo 2021
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Queriendo pasar gato por liebre, Bill Burns, elegido por el presidente Joe Biden para dirigir la CIA, reconoció recientemente:

La Agencia Central de Inteligencia conformó a fines del 2020, un grupo de trabajo integrado por nuestros expertos, médicos, profesionales de recursos humanos, privacidad y libertades civiles, y en contrainteligencia, para formalizar la investigación sobre los misteriosos ataques contra diplomáticos estadounidenses en La Habana y brindar a los afectados, la atención médica y los recursos que el personal de la CIA pueda necesitar”.

Cinismo sin límites y más material para la farsa fabricada por ellos, con el único interés de complacer a la mafia terrorista anticubana que negoció con el presidente Donald Trump, a cambio de apoyarlo en sus políticas descabelladas.

En junio del 2017 Trump en su discurso en Miami anunció el recrudecimiento de la política contra Cuba y el desmontaje de la directiva del presidente Barack Obama, que favorecía un mejoramiento de las relaciones entre Washington y La Habana.

A partir de ese momento las sanciones contra Cuba fueron en aumento y al nombrar a Mike Pompeo como director de la CIA todo fue peor. Él ejecutó la operación de los falsos ataques sónicos contra los diplomáticos yanquis en la Isla, con la finalidad de crear condiciones para el rompimiento de las relaciones diplomáticas restablecidas por Obama el 17 de diciembre de 2014, decisión que disgustó a la mafia anticubana de Miami, especialmente a Marco Rubio, Bob Menéndez y Ted Cruz, senadores de origen cubano.

Los ataques nunca existieron y por tanto tampoco sus efectos, evidenciado en que solo se “afectaron” los oficiales de los servicios de inteligencia, pero no sus familiares, a pesar de convivir en las mismas residencias, situación que no tiene la menor credibilidad científica.

Hasta el momento de la salida de Cuba, los supuestos afectados laboraban sin ningún síntoma visible, confirmando por sus visitas a restaurantes, bares y playas, hasta horas antes de la partida.

Más de treinta de los evacuados enviaron una carta al Departamento de Estados pidiendo continuar en La Habana, hecho que confirma el buen estado de salud y seguridad que gozaban en Cuba, porque de sentir temor por sus vidas no lo habrían hecho.

Hoy todos esos “afectados” trabajan y viven sin problemas, lo que contradice las versiones oficiales de que están “enfermos” y fuentes que pidieron no ser identificadas, alegan que a ninguno se le ha permitido hacer reclamaciones monetarias como indemnización, algo similar para los canadienses que fueron obligados a salir de Cuba, sin mostrar el menor síntoma de enfermedad.

La historia de la CIA en construir actos de ese corte es amplia y sus especialistas en crear pretextos acumulan una variada gama de operaciones, siempre acompañados de una poderosa y efectiva campaña de prensa para crear la matriz de opinión que desean lograr.

Una investigación ejecutada por la revista estadounidense New Yorker, afirma que la CIA comenzó a promover la tesis de que “el gobierno cubano, habían creado un nuevo tipo de dispositivo acústico de largo alcance, que le permitía dirigir ondas sónicas poderosasDespués la CIA se opuso a la recomendación del Departamento de Estado de aceptar la cooperación ofrecida por las autoridades cubanas, porque la información que se compartiera podría ser usada por los perpetradores para mejorar sus acciones”.

Evidencias de que el objetivo era deteriorar las relaciones son múltiples, por eso la posición actual de la CIA es cínica e hipócrita.

Oficiales del FBI que viajaron a La Habana, en tres ocasiones, para investigar e intercambiar con sus contrapartes cubanas, declararon:

“Los encuentros se desarrollaron en un clima constructivo y profesional. Una vez culminadas las investigaciones pertinentes, inspecciones en las residencias, entrevistas y análisis de muestras de audio, no encontramos evidencias que permitan confirmar la ocurrencia de los citados ataques”.

Algunos analistas aseguran que el curso de la investigación no era del agrado de la CIA, y podría demostrar que la teoría de la “potente arma sónica” era falsa y por eso atrajeron a la misma a médicos que pudieran afirmar que los diplomáticos implicados presentaban daños físicos, algo difícil de contradecir, aun cuando las evidencias indican lo contrario.

El nuevo equipo de trabajo de la CIA se conformó a partir de la publicación de una investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que asegura no haber identificado la causa de las lesiones.

No obstante, las presiones de la mafia anticubana se mantienen para entorpecer una posible flexibilización de las medidas impuesta por Trump, reflejadas en la reciente declaración de Marco Rubio, actual vicepresidente del Comité Selecto de Inteligencia del Senado, durante la presentación de un proyecto legislativo que garantice una cobertura médica adecuada para las “víctimas” de la embajada de Estados Unidos en La Habana y del consulado en Guangzhou, China.

El propósito es no dejar morir el tema para continuar la acusación contra Cuba, China y hasta Rusia.

No por casualidad Tania Brugueras, artista cubana al servicio de los yanquis para sus acciones subversivas, declaró en octubre de 2020, que también había sentido un ruido extraño, como algo electrónico en su apartamento, ubicado en la Habana cerca de la embajada de Estados Unidos. Afirmó no saber cuál fue la intención del sonido, similar al que funcionarios de las embajadas de Estados Unidos y de Canadá, que les “causaron daños neurológicos”.

Recordemos que Estados Unidos ha fabricado muchos planes para engañar al mundo, entre ellos:

Operación Northwoods, para justificar una invasión a Cuba con el ejército yanqui en 1962, en el marco de la Operación Mangosta.

Operación Repudio, para confundir y acosar a los pilotos cubanos utilizando conversaciones radiales de otros pilotos radicados en Miami.

Operación Smasher,con el fin inhabilitar o desorganizar instalaciones de comunicaciones comerciales y militares en Cuba.

Operación Free Ride, para crear disturbios y sembrar discordia en la población cubana.

Operación Turn About, pretendía trasladar indicios de que el aprecio del pueblo hacia Fidel Castro había disminuido y existían planes para sustituirlo.

Operación Break Up, para provocar accidentes en la aviación, vehículos y embarcaciones, mediante la introducción de materiales corrosivos clandestinamente.

Operación Dirty Trick, a fin de presentar unaprueba irrevocable de que, en caso de que fallara el vuelo orbital tripulado MERCURY, la misma estuviera relacionada con Cuba.

Operación Full Up, para contaminar el combustible suministrado por la Unión Soviética y dañar la confianza.

La guerra en Irak: por las supuestas armas biológicas.

Es larga la lista de invenciones de la CIA. Por tanto, a otros con el cuento de los “ataques sónicos”, que a los cubanos ni al mundo ya nadie los engaña.

Preciso fue José Martí cuando dijo:

“Todas las vacilaciones buscan pretextos para engañarse a sí mismas”.

Tomado de El Heraldo Cubano

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