OPINIÓN: Lasso, fascista y Ecuador con más neoliberalismo

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OPINIÓN: Lasso, fascista y Ecuador con más neoliberalismo
Fecha de publicación: 
31 Enero 2022
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El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, enfrenta en estos días la cuarta ola de manifestaciones contra las políticas neoliberales que ha estado implementando, todo un volcán de actividad en este sentido, mientras que la inacción (la vagancia, dijo un periodista) predomina en las actividades de beneficio a la población.

La demostración popular aún tiene el pecado de llevar intrínseca la desunión, debido a la diversidad de demandas, aunque, de todas maneras, es un aviso muy importante a la gobernanza de que existe resistencia a sus designios y su impopularidad va in crescendo.

Y es que este gobierno es una continuación del neoliberalismo de Lenín Moreno —traidor a su partido de ideas progresistas—, que ha llevado al país a la debacle económica y social, por lo cual las organizaciones de trabajadores, indígenas, jóvenes y mujeres tienen que prepararse aún más, subrayo, para las medidas de la administración de Lasso, que continúa los acuerdos con el FMI y enfrenta la crisis con más inversión privada, especialmente en la minería.

En este contexto, analistas coinciden en señalar que Lasso acude al fascismo, un instrumento que entraña el miedo social para evitar la ruptura con el neoliberalismo.

En las últimas décadas, la historia se ha repetido como farsa, reflejando una cuestión tanto política como social. El uso del fascismo como estadio del capitalismo, hoy en fase neoliberal, busca controlar a las sociedades que se le oponen de manera mayoritaria, con el fin de perpetuar el statu quo en el que —denuncia el sociólogo y economista alemán Heinz Bierva— “los ricos son cada vez más ricos, y los pobres cada vez lo son en mayor número y sufren más pobreza”.

El actual presidente de Ecuador tiene tics autoritarios que rozan el fascismo: la ruptura constitucional para perseguir a adversarios políticos, la represión de las protestas, el proceso de deshumanización de los sectores menos adinerados durante la crisis sanitaria, crisis que después atizó como bandera para disfrazar la suciedad oficial.

Su apoyo al anterior presidente, Lenín Moreno, fue capital a la hora de establecer el giro neoliberal de este en lo económico y fascista en varias políticas sociales aplicadas para sostener el cambio económico, que no tiene consonancia con lo que las urnas expresaron en el 2017.

PERPETUAR EL MIEDO

Con Lasso, como antes con Moreno, se trata de perpetuar el miedo para no perder privilegios.

No es solo miedo a salir a la calle y ser reprimido por la policía, sino también a expresar una opinión y ser condenado al ostracismo por familiares y amigos, a tener una enfermedad y no poder tener acceso a la salud pública, a tener que asumir unas condiciones laborales de semiesclavitud sin tener futuro garantizado.

Como antes en la campaña electoral y ahora en el poder, Ecuador Libre es la que se encarga del plan de gobierno de su director, Guillermo Lasso, quien recibe fondos de la Comunidad Autónoma de Madrid, España, gobernada por el fascismo de Isabel Díaz Ayuso (Partido Popular), con el apoyo de VOX, y la formación política del máximo valedor de la extrema derecha en España y Europa, el expresidente español José María Aznar, quien apoyó el golpe de Estado en Venezuela durante el año 2002, cuando era presidente, al igual que el de Honduras, en el 2009; el de Paraguay, en el 2012, y el de Brasil, en el 2016.

Además, Ecuador Libre está conectada con Peritaje Fundación, un think tank norteamericano responsable del inicio de las políticas neoliberales más radicales en lo económico, y fascistas, en lo social, tanto en el interior de EE.UU. como en el exterior, por su asesoría al presidente Ronald Reagan.

De ahí que las propuestas por Guillermo Lasso, en el plano político, no mencionen iniciativas que eviten la censura y represión que aplicó el gobierno de Moreno, del que el propio banquero fue parte. Sus políticas económicas llaman a profundizar el neoliberalismo, que ha aumentado la pobreza en Ecuador y ha provocado una crisis sanitaria a causa de la COVID-19, muy tardíamente tratada.

Contra Lasso se ha tratado de iniciar un proceso por descubrirse que tenía cuentas bancarias en paraísos fiscales, para eludír el pago de impuestos, pero es muy difícil que camine cualquier cosa en su contra en los tribunales, por ser poseedor de una gran fortuna.

Quizás una cuestión en su contra fue el escándalo de corrupción que ha envuelto a la Fiscal General, Diana Salazar, una protegida de Moreno y amiga de Lasso, quien ejecutó el affaire contra el correísmo, que mantiene en la cárcel al exvicepresidente Jorge Glas, abrió causa contra el expresidente Rafael Correa, y construyó un proceso contra el exdefensor del pueblo Freddy Carrión.

Ante las denuncias en su contra, la Fiscal se acogió al silencio para no responder por sus faltas a Ecuador.

INDICIO DE CORRUPTELA

El primer asomo de corrupción de Diana Salazar fue el señalamiento hecho por Pamela Martínez, testigo del caso Sobornos, cuando afirmó que la fiscal Salazar la obligó a escribir cuadernos para establecer supuestas pruebas contra los acusados, pero esto no detuvo ni el juicio, ni la condena. Sin embargo, actualmente la historia es otra.

En el caso de Freddy Carrión, trascendió a la opinión pública el video donde la fiscalía acusó al exdefensor de desacato y no de abuso sexual. Por otra parte, una inconsistencia en las fechas de los documentos firmados por la fiscal Salazar generan denuncias en su contra.

La irregularidad de fondo y forma es motivo de un habeas corpus que solicita el equipo defensor de Carrión, y de una denuncia interpuesta por la esposa de Freddy Carrión ante la Asamblea Nacional.

Ante esto, la fiscal Diana Salazar es severamente cuestionada por la opinión pública y, como ya habíamos apuntado, decidió acogerse al derecho al silencio.

Cumpliendo todas las formalidades, Carrión solicitó en el 2021 prohibición de salida del país tanto para Lenín Moreno, como para la exministra del Interior, María Paula Romo, y el entonces ministro de la Defensa, Oswaldo Jarrón. Este hecho incomodó a la derecha y a los factores cercanos al presidente Moreno.

Carrión fue un defensor de la movilidad humana. Introdujo una causa en los tribunales solicitando la defensa de los Derechos Humanos de los ecuatorianos en el extranjero, y también defendió los Derechos Humanos de los extranjeros en Ecuador.

Freddy Carrión había denunciado públicamente que era hostigado y amenazado por Lenín Moreno con procesos judiciales contra la Defensoría del Pueblo. “Por haber practicado la tutela judicial efectiva a favor de los ecuatorianos”, explicó.

La consecuencia es una acusación por violación sexual contra Freddy Carrión, cuyo proceso es objetado por irregularidades en su detención y posterior enjuiciamiento. Carrión sigue preso, mientras su familia y equipo defensor demuestran la ilegalidad e inconstitucionalidad de su privación de libertad.

El neoliberalismo, a través del Consejo de Participación Ciudadana transitorio, destrozó la institucionalidad en Ecuador. Así lo denunció Rafael Correa en entrevista exclusiva para elestado.net.

Relata el expresidente que “ese Consejo manipuló los concursos de mérito y oposición para designar a las autoridades al frente de las entidades de control, de ahí resultó la actual fiscal general, Diana Salazar, quien se ganó el mote de la fiscal 10/20 en su examen escrito, una mujer que recibió el encargo de perseguir a todo funcionario que fuera incómodo para Lenin Moreno”.

Diana Salazar fue la fiscal que llevó adelante el caso “Sobornos”, por el cual Rafael Correa fue condenado por corrupción empleando el “influjo psíquico”, un nexo de causalidad “sui géneris” y poco visto en juicios penales, tanto en Ecuador como en el resto del mundo.

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