OPINIÓN: Biden, la OTAN y la prolongación del conflicto en Ucrania

OPINIÓN: Biden, la OTAN y la prolongación del conflicto en Ucrania
Fecha de publicación: 
26 Marzo 2022
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Joe Biden se reunió en Bruselas con sus adláteres de la Organización del Tratado del Atlántico Norte

En el paroxismo del odio a Rusia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió en Bruselas con sus adláteres de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la Unión Europea y el Grupo de los Siete para evitar cualquier agrietamiento en la posición contra Moscú por su operación militar en Ucrania.

Ahora resulta que mientras se trata de ignorar la enorme cantidad de laboratorios biológicos que tiene Estados Unidos diseminados en las proximidades de la nación rusa, algo en lo que estuvo implicado el hijo del mandatario norteamericano, Hunter, las voces complacientes a Washington abogaron para evitar una presunta agresión química del país que alertó al respecto para impedirla.

Además, se acordó duplicar hasta ocho los batallones especiales que actúan en otras naciones limítrofes con Rusia y que integran la OTAN.

Como ya se ha hecho costumbre, se seguirán aumentando los envíos de armas a Ucrania, aunque siempre con el agregado de que las tropas de la agresiva organización no entrarán en territorio ucraniano, aunque ya asesores occidentales han perecido mientras entrenaban a los “voluntarios” –léase mercenarios- que reforzarán principalmente a los elementos neonazis que actúan inescrupulosamente contra civiles, al utilizarlos como escudos defensivos.

Los medios, como es costumbre, no solo no utilizan, sino no dan a conocer los argumentos rusos, se vanaglorian de las bajas de los soldados de la nación euroasiática y mienten u exageran acerca de las muertes de civiles productos de los ataques aéreos de Moscú, que ha demorado las acciones para tratar de abrir corredores humanitarios y evitar daños a la población, algo que el enemigo impide para evitar una confrontación directa.

Además de tener como principal objetivo el de cerrar filas para alargar la guerra, Biden coordinó nuevas y mayores sanciones contra Rusia, obligando a sus aliados a apoyarlas, aunque reconociendo que tiene costos económicos al respecto, con contramedidas por Moscú que afectan al dólar y el euro, además del alza de los precios del petróleo y el gas.

Algunos oponentes políticos de Biden lo han considerado un presidente que toma decisiones débiles, todo enmarcado en injusticas e ilegalidades, pero nada más lejos de la realidad, cuando se conoce que cuando era senador alentó los masivos bombardeos contra Yugoslavia hace 23 años, especialmente la destrucción de los puentes sobre el río Drina en Belgrado.

Algunos consideran que ello agravó la situación de los países que integraban Yugoslavia y los aledaños, y eso es lo que quería precisamente Estados Unidos y su principal aliado en la agresión, Alemania, siempre en busca de revancha.

Injustas guerras del gendarme mundial

Y es que, como expresara el abogado y analista político panameño Antonio Saldaña, para nadie es un secreto que los gobiernos estadounidenses ha promovido y participado en guerras injustas, invasiones e intervenciones militares en todos los confines del planeta, en su autoproclamado derecho de gendarme del mundo y en su condición imperialista, de manera directa, a lo largo de toda la centuria pasada y en parte de lo que va de este siglo.

Todas esas guerras locales o regionales desatadas por el imperialismo norteamericano se caracterizaron por la presencia militar directa, pero, además, estaban basadas en motivaciones económicas (“complejo industrial militar”) y, en innumerables ocasiones, las estimulaciones eran de política interna. 

Por ello, la conflagración provocada por el imperialismo norteamericano y sus “aliados” de la Unión Europea (UE), en territorio de Ucrania, no es la excepción, salvo que en esta ocasión la Casa Blanca y sus sumisos europeos ponen las armas y los ucranianos los muertos.

Ahora todos los jerarcas de las naciones adscritas al Imperio claman contra Vladimir Putin, achacándole todos los crímenes habidos y por haber, e incluso algunos miembros de la oligarquía han ofrecido recompensa a quien lo asesine.

Y todo porque Putin, tras una amplia consulta con su gabinete y el Parlamento (Duma), reconoció a las repúblicas que se declararon independientes en el Donbass, e inicio una operación militar especial para protegerlas de un inminente ataque en gran escala de Kiev y cortar los continuados ataques en esa región, que ya duraban ocho años.

Ello tiene como antecedentes la incorporación de países limítrofes (ex repúblicas soviéticas) a la OTAN, un peligro para su seguridad nacional, sobre todo, con la intención de anexar al tratado militar a su extensa vecina de Ucrania. De modo que de forma reiterada el régimen de Moscú —conocidas las intenciones guerreristas de Estados Unidos y sus títeres europeos— les señaló de forma expresa y categórica que no toleraría la incorporación de Ucrania al pacto militar. Pero los imperialistas pusieron “oídos sordos” y “aquellos polvos trajeron estos lodos” de la movilización rusa.

Y aunque después se indicó que era muy probable que Ucrania no iba a pertenecer a esa alianza, y el propio presidente ucraniano, Vladimir Zelesnki, se mostró dispuesto a negociar en un primer momento, la intención de la Casa Blanca acalló todo intento por favorecer el fin de las hostilidades, habilitó un presupuesto multimillonario para enviar más armas a Kiev y hecho prolongar un conflicto que podría haber acabado ya, dejando que Kiev y Moscú conversaran y se pudieran de acuerdo sobre las peticiones rusas, que los elementos neonazis, tratan de echar a pique.

Se habla de la desmilitarización y desnazificación de Ucrania, algo que tiene pies y cabeza si se conoce la historia, y lograr una paz duradera. Pero el gobierno ucraniano, complaciente con Estados Unidos, rechaza la posición rusa de que Kiev declare la neutralidad de la República; reconozca la independencia de las repúblicas populares de Donetsk y Luhansk, y se muestre de acuerdo con que Crimea es parte del territorio de Rusia.

"Tenemos que prepararnos para la larga lucha que nos espera"

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante un discurso en Polonia llamó a "prepararse para una larga lucha". pic.twitter.com/neM6beuwtG

— RT en Español (@ActualidadRT) March 26, 2022

Comentarios

Qué haría Estados Unidos si Rusia le llena a Cuba y a Venezuela de armas nucleares, ellos nunca ha tenido una guerra dentro de su país, por eso siempre están empujando a que otros la tengan, son unos doble raseros, asesinos que jamás les ha importado las víctimas civiles que estos acontecimientos injustos traen.
silvano.batista@elecpri.une.cu
Para los EE UU esta guerra es Maná caído del Cielo estas son sus guerras favoritas las que pelean otros con los medios que ellos les suministran. Cuando esté infortunado asunto comenzó los magnates del Complejo Militar Industrial deben haber organizado un fiestón con ríos de champán y caviar Iraní que aún debe estar andando. La infortunada II Guerra Mundial los hizo lo que hoy son.
castillo1359@yahoo.es

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