Del genocidio sionista: El verdadero derecho a defenderse

No podía esperarse otra cosa de un presidente norteamericano sino santificar los continuados crímenes del ocupante sionista contra el pueblo palestino, que siempre está bajo la mirilla de cualquiera de las armas que le suministra gratuita y constantemente el Imperio.

En este contexto, Joe Biden mantiene una política externa similar a la de su predecesor, algo que se comprende si conocemos que la inmensa mayoría del capital económico y financiero de Estados Unidos se sustenta en la banca controlada mayoritariamente por los judíos.

A la expulsión de los ciudadanos árabes de Jerusalén, la ocupación por tropas israelíes de lugares sagrados en esa ciudad como la Mezquita Al Aqsa y el sostenido asentamiento de colonos en Cisjordania, apenas los medios occidentales difunden balbuceos de protesta de algunos gobiernos arabes que aún no han reconocido diplomáticamente a Israel.

Pero bastó que los palestinos respondieran desde la Franja de Gaza con cohetes caseros contra territorio israelí, para que misiles, artillería y aviación Israel se cebaran contra la abigarrada población del pequeño lugar, con una destrucción y muerte que aún continúa, en aras de dar una buena lección avalada por el presidente del Imperio quien afirmó que Israel tiene derecho a defenderse, al tiempo que condenó las acciones del movimiento Hamás.

Una portavoz presidencial recalcó "el respaldo del presidente (Biden) a la seguridad de Israel; a su derecho legítimo a defenderse es fundamental y no cederá", al tiempo que aseguró, según EFE, que el mandatario estadounidense y su equipo seguirán buscando las condiciones para la diplomacia, el diálogo, una desescalada de la tensión y la protección de los civiles.

MUERTE QUE LLEGA

Hasta este miércoles, más de 90 civiles, entre ellos 14 niños y dos mujeres, han perecido a causa de los ataques de Israel, que reconoció hasta el momento la muerte de dos féminas, y nada más., en lo que se trasluce, como de costumbre, en una acción desproporcionada protagonizada por las fuerzas de ocupación, cuyo primer ministro, Benjamín Netanyahu, advirtió que el Ejército aumentará "la intensidad y cantidad" de bombardeos contra Gaza.

Al mismo tiempo, y como ya algo natural en los medios controlados por el imperialismo, Facebook, Instagram y Twitter silencian la represión contra los palestinos por Israel.

Un grupo de organizaciones humanitarias denunció el bloqueo de las críticas al desahucio de familias palestinas en Jerusalén, donde la violencia de los colonos y los abusos de la policía israelíes han causado más de 300 heridos.

En fin, todo un respaldo imperial a la política sionista que va desde el sojuzgamiento y expulsión, hasta el exterminio, cuestión en la que ha demostrado que no tiene escrúpulos, incluso con los ciudadanos que no son judíos.

DE SEGUNDA CLASE

Hasta no hace mucho permaneció oculto el completamiento del plan para la expulsión masiva de la comunidad beduina árabe residente en el desierto del Negev.

Éste provocó el desplazamiento forzoso de hasta 70 000 beduinos árabes ciudadanos de Israel y la destrucción de 35 pueblos “no identificados”, asentándoles después en una especie de municipios planificados por el gobierno. 

¿Esta expulsión, en el lenguaje utilizado por Biden, caería también dentro del derecho a la autodefensa del Estado sionista?