El presidente Donald Trump representaba un peligro para la seguridad nacional, según lo determinaron funcionarios de defensa y de inteligencia, tras conocer algunas de las cientos de escuchas telefónicas altamente clasificadas con jefes de estado de extranjeros.
De acuerdo a las fuentes familiarizadas con el tema, en las llamadas telefónicas altamente clasificadas con jefes de estado extranjeros, Trump jamás estuvo preparado para debatir temas serios, y a menudo fue superado en sus conversaciones con líderes como el ruso Vladimir Putin y el turco Recep Erdogan, mientras que se mostró abusivo con algunos de sus principales aliados.
Las llamadas causaron que los exdiputados de Trump, incluidos los asesores de seguridad nacional Herbert Raymond McMaster y John Bolton, el secretario de Defensa James Mattis, el secretario de Estado Rex Tillerson, y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, así como funcionarios de inteligencia, concluyeran que el presidente a menudo era "delirante" en sus tratos con líderes extranjeros. Así lo dijeron dos fuentes anónimas de la Casa Blanca.
Las llamadas telefónicas privadas de Donald Trump revelaron que el presidente estadounidense intimidaba y degradaba a los líderes de los principales aliados de su país, reportó en la CNN el periodista Carl Bernstein, conocido por su trabajo en el escándalo Watergate, tras hablar con varias fuentes.
En particular, a la ex primera ministra británica Theresa May Trump le dijo que era débil y carecía de valor, mientras que a la canciller alemana, Angela Merkel, la llamó "estúpida" y la acusó de "estar en el bolsillo de los rusos". Según las fuentes, en sus conversaciones telefónicas Trump denigró a May y a Merkel con diatribas descritas como "casi sádicas" por una fuente, un calificativo con el que otras fuentes están de acuerdo.