Miles de personas salieron, este sábado a las calles de ciudades francesas para protestar contra el plan económico de Renault y a favor de los indocumentados, manifestaciones separadas que desafiaron las prohibiciones vigentes por la Covid-19.
En Maubeuge, una comuna del departamento de Norte, autoridades locales, líderes políticos, trabajadores de la fábrica de Renault y ciudadanos rechazaron la supresión de puestos de trabajo y la intención del fabricante de vehículos de cambiar de sede la planta ubicada en el norteño territorio.
'Defendamos nuestros empleos' y 'No a la transferencia de la fábrica de Maubeuge a Douai' fueron los principales reclamos de la movilización que recorrió unos seis kilómetros.
Renault anunció ayer un plan de austeridad para hacer frente a la crisis causada por la Covid-19, centrada en la eliminación de 15 mil puestos de trabajo, cuatro mil 600 en Francia, el cierre de una fábrica y la reestructuración de seis, lo que generó el repudio de sindicatos y sectores progresistas de la sociedad.
En esta capital, más de cinco mil personas marcharon desde diversos puntos de la ciudad hasta la Plaza de la República en respaldo a la regularización del estatus de los indocumentados y contra las políticas migratorias del Gobierno.
Las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos y realizaron casi un centenar de arrestos en su propósito de evitar la protesta, bajo el argumento de que las medidas para frenar la propagación de la Covid-19 prohíben las reuniones de más de 10 personas.
Alrededor de 200 organizaciones y decenas de personalidades convocaron la marcha de la solidaridad con los indocumentados, con manifestaciones reportadas también en Lyon, Lila, Marsella y Toulouse en apoyo a seres humanos que calificaron de marginados y sin derecho y esperanza.