Historias de Coronavirus: La luz de la vida

Historias de Coronavirus: La luz de la vida
Fecha de publicación: 
27 Abril 2020
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Limnet es de esas doctoras detallistas hasta la médula en el seguimiento de cada una de sus embarazadas.

Limnet es de esas doctoras detallistas hasta la médula en el seguimiento de cada una de sus embarazadas.

En tiempos donde el coronavirus evidencia un apetito voraz, con una tasa de letalidad superior al 7% y con más de dos millones 600 mil personas infectadas, la palabra vida cobra el doble de valor en calidad de tesoro preciado.

Cualquier trabajador de la salud sensibiliza aún más el alma. La protagonista, en esta ocasión, es la doctora Limnet, quien es, a imagen y semejanza, la copia más fiel del “reparador de sueños”.

Con su diminuta figura, desde hace 12 años ejerce en calidad de ginecobstetra en el hospital La Fátima, del municipio de Guanabacoa, e incluso en estos tiempos de pandemia se enfrasca a diario en contribuir al germinar de nuevas vidas.

Me he llegado a preguntar cómo sus manos tan pequeñas son capaces de tanto, de dónde saca la fuerza para lidiar con mujeres que, casi la totalidad de las veces, le superan en peso y talla. Por esos caprichos del destino y con el componente adicional de su quehacer, Limnet siente un amor insospechado por los niños, lo he patentado cuando nos hemos reunido y lo manifiesta con mi pequeño, o con cualquier otro hijo de nuestras amistades en común. Ella espera con ansias que la vida la premie con el suyo propio.

El trabajo profiláctico es una de las herramientas que considera esenciales en sus ratos libres. Fotos: Cortesía de la entrevistada.
El trabajo profiláctico es una de las herramientas que considera esenciales en sus ratos libres. Fotos: Cortesía de la entrevistada.
 

Su proceder es el de una Mariana, y como tal encara su ennoblecedora profesión.

Una interrogante medular se impuso entonces, justo cuando el agotamiento de haber terminado una guardia intensa, con dos partos en una misma noche, afloraba en su rostro:

Desde tu posición de especialista en Ginecología y Obstetricia, ¿qué es lo más peligroso de este virus?

“No soy epidemióloga, pero en virus como este, con tan elevado índice de propagación y letalidad igualmente preocupante, lo más peligroso es que aún la población no tiene percepción real del riesgo. Por estos días lo he notado en mi viaje de regreso a casa. Las calles del centro de Guanabacoa están llenas de personas, como si nada sucediera. Sí, es cierto que la inmensa mayoría portaba el nasobuco, pero ni siquiera eso los exime del posible contagio, además de que no todos los nasobucos son idóneos para cumplir con su rol de aislantes”.

¿Qué calificarías como lo más preocupante?

“El crecimiento del virus, pese a todas las acciones que se cometen y medidas de aislamiento que se ponen en práctica es lo más alarmante. Temo por las personas de la tercera edad, son el grupo más vulnerable, pero también por las embarazadas, que son mi razón de ser cotidiana, y en su estado la susceptibilidad aumenta considerablemente.

Por suerte, hasta ahora no he visto a ninguna deambulando por las calles, y cuando suceda, mi deber es persuadirlas a quedarse en casa y salir solo a las consultas o pruebas que formen parte de su proceso. Las que se atienden acá en el hospital son bastante disciplinadas, tienen clara la percepción de riesgo, y en consecuencia, creo que están bien protegidas”.

Cuando regresas a casa luego de una guardia, ¿qué protocolo de higiene sigues?

“Soy una flecha rumbo al baño, sin escala. Ropa de trabajo en un  cubo con agua caliente y cloro, además de una ducha caliente para mí... Es un procedimiento inviolable, prácticamente automático”.

¿Cuán importante es el apoyo de la familia, tu esposo, en medio de estas circunstancias?

“Ese es mi pilar más fuerte, mi familia. En casa, mi esposo y mi mamá, cuando me voy a trabajar, se aseguran de que me vaya bien protegida. Al llegar de las guardias, lo primero, después de preguntarme qué tal estuvo la noche, si tomé todas las precauciones, y si todo salió bien con nacimientos y demás, se esmeran para que pueda descansar y recobrar fuerzas para seguir en la batalla cotidiana por la vida.

Creo que ellos son ese complemento de fuerza y estímulo que me impulsa cada mañana a enfrentar mi profesión con amor”.

¿Qué recomendaciones le harías a la población?

“Lo primero es continuar con la labor y el llamado a la conciencia y responsabilidad colectiva. Esta es una situación verdaderamente seria y peligrosa. Todos debemos afrontarla de la mejor manera, y esa es evitar salir a las calles. La mejor opción para disipar o cortar la transmisión es quedarse en casa y evitar todo contacto.

Nosotros salimos por ellos, nos arriesgamos por ellos, pero si no entienden, de nada sirve el esfuerzo.

Y más aquellos que están en directo con los pacientes afectados, que pasan ciclos de 14 y hasta 28 días sin poder ir a sus casas”, sentenció, sin el menor reparo en limitaciones de recursos, escenario complejo derivado del bloqueo asfixiante o cualquier otra variable negativa que sabemos surge en su trinchera de combate, esa que visten miles de soldados de batas blancas y verdes.

Día X de la cuarentena. La Covid-19 no disminuye su voraz apetito. Los vocablos conciencia social, responsabilidad colectiva e individual retumban con un eco ensordecedor en mis oídos. Confieso que ya, en más de una ocasión, me he sentido con una sensación de claustrofobia doméstica, pero justo en ese instante vuelvo la mirada a mi familia, enrumbo hacia el ordenador e intento tejer historias como la de Limnet, quien indiscutiblemente se alza, destierra su apariencia de liliputense y a diario quiere ser canción…

El trabajo profiláctico es una de las herramientas que considera esenciales en sus ratos libres. Fotos: Cortesía de la entrevistada.

Comentarios

Historia conmovedora de la Doctora Limnet. Aguerrida e incansable fiel a lo que el país necesita en estos momentos. De suprema importacia la labor que realiza traer vidas en el marco de esta Pandemia y con la difícil situacion demográfica por bajos nacimientos que atraviesa el país. Mucha salud y éxitos en el trabajo. Al periodista a cargo Harold de esta entrevista le damos las gracias por su manera peculiar de hacerlo. Muchos saludos para ambos.
Cubana

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