Boxeo cubano: Yesterday, o cuando no nos alcanza

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Boxeo cubano: Yesterday, o cuando no nos alcanza
Fecha de publicación: 
15 Septiembre 2025
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Puedes dejarte la piel en cada entrenamiento; forjar el puño como un arma de honor y la mente como un templo; puedes tener el mejor colectivo técnico a tu disposición; puedes tener tu estado de ánimo al máximo en todo momento, pero cuando la ruta crítica no se completa, lo lógico es que no nos alcance.

Acaba de ocurrir en este primer Campeonato del Mundo bajo los auspicios de la flamante WorldBoxing, donde el sueño se nos desvanece como el sudor en el suelo de cemento.

El mismo boxeo está lleno de ejemplos de jóvenes que, sin estar en los pronósticos, asaltan planos estelares, y no hay que ir muy lejos, pero esa debe ser la excepción y no la norma.

La escuadra que acudió a Liverpool estaba cuajada de púgiles poco experimentados, y no realizar la base de entrenamiento que tenían prevista antes de la competencia fue funesto para sus resultados, porque en casa puedes topar y entrenar todo lo que quieras, pero se necesita ver a los rivales.

Estamos plagados de jóvenes con fuego en los ojos, pero con alas mojadas; con más coraje que kilómetros en las piernas, y más ímpetu que experiencia en patio ajeno, pero con eso solamente podremos aspirar a tener destellos en la penumbra.

Estos hombres prácticamente no escalaron en todo el año otros cuadriláteros que el de la Finca o el de Camagüey, sede del Playa Girón; eso, cuando ni siquiera has vivido lo que es un ciclo olímpico, pasa factura, y esta fue demasiado dura.

Por primera vez regresamos de una justa del orbe sin siquiera un título, cuando esto jamás ocurrió en más de 20 ediciones previas, y nos debimos conformar con tres preseas de bronce, muy meritorias en los tres casos, por circunstancias específicas.

Alejandro Claro (50 kg) volvió a demostrar que lo que le falta es un puntico de ebullición para tocar la gloria; Erislandy Álvarez logró mantenerse en la élite luego de llegar a lo máximo en 2024, y Julio César La Cruz ratificó que, pese a su elevada edad, mantiene las condiciones para seguir boxeando a un alto nivel, en el peso que lo pongan.

Pero no podemos quedarnos con eso, no podemos conformarnos; el boxeo se ha ganado a base de sangre, sudor y lágrimas, literalmente, tener las condiciones logísticas necesarias para afrontar cualquier competencia: no se puede apelar a la épica.

Las bajas en la última década del Buque insignia del deporte cubano son bien notables, y situaciones como esta no hacen más que añadir leña al fuego.

Los desvelos y la entrega del colectivo técnico y los propios boxeadores merecen ese esfuerzo extra para que puedan combatir de tú por tú con todos los contrarios y no llegar faltos de rodaje.

Así no nos alcanza, y lo que es peor, la desmotivación hace mella en nuestro equipo, que en estos momentos sobrevive como puede en el fuerte contexto internacional.

Si no, para hacer honor a la ciudad donde fuimos a competir, nos quedaremos cantando viejas glorias con el Yesterday del cuarteto inolvidable.

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