El Paris Saint-Germain (PSG) y el Chelsea inglés definirán hoy aquí el título del Mundial de clubes de fútbol, duelo en el cual el equipo francés buscará completar una histórica temporada perfecta.

Los parisinos saldrán a la cancha del MetLife Stadium, en New Jersey, con la etiqueta de favoritos, después de conquistar el título en cuanto torneo oficial han competido en los últimos 12 meses, incluyendo la Liga de Campeones de la UEFA, una corona que faltaba en sus vitrinas. Al PSG le sobran argumentos para justificar su ventaja entre los entendidos y en las apuestas, un ataque letal a base del cuarteto Dembélé-Doué-Kvaratskhelia-Barcola, una media cancha bien sólida con Vitinha, Fabián Ruiz y João Neves, una defensa sin fisura gracias a Achraf Hakimi, Marquinhos y Nuno Mendes y el estelar arquero Gianluigi Donnarumma.

Sin embargo, el éxito rojiazul se debe en gran medida al fútbol total inculcado a sus jugadores por el técnico Luis Enrique, quien insiste en que la fórmula para conquistar al mundo ha sido el desempeño colectivo, la presión y el aporte de todos tanto en defensa como en ataque.

No pocos alertan que una final es una final y sobre el error de ignorar al Chelsea, club merecedor de la instancia alcanzada, integrado por futbolistas talentosos, como el goleador brasileño João Pedro o el inmutable Cole Palmer.

La víspera, el capitán del equipo inglés, Reece James, reconoció la calidad del PSG y lo difícil del duelo por delante, pero aseveró que el club londinense “sorprenderá a mucha gente”.

En la temporada que termina, los parisinos ya se impusieron en el Trofeo de Campeones (Supercopa), la Ligue1, la Copa de Francia y la Champions, mientras que el Chelsea rompió la sequía de cuatro años sin celebrar, al triunfar en la Liga Conferencia de la UEFA.