Perú: Indigna Dina con Panamericanos, juego sucio y racismo
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Varias horas costó el tranquilizarme ante tanta puerilidad y alegría expuestas por presentadores de toda laya que anunciaron la concesión a Lima de la sede de los Juegos Panamericanos del 2027.
La capital peruana ya había sido sede de este evento, el de mayor importancia después de las Olimpiadas, y el éxito al respecto llegó superando a Asunción -con los delegados paraguayos subrayando que allí sí existe un gobierno electo limpiamente-, y tras habérsele quitado la sede a la ciudad colombiana de Barranquilla por incumplimientos que estaban siendo subsanados en tiempo y forma, pero esto fue eludido arbitrariamente por la persona responsable del evento.
Esto, por supuesto, fue aprovechado por los medios mayormente al servicio de la reacción para desbarrar contra el presidente Gustavo Petro y malquistarlo con la población colombiana, principalmente la barranquillera.
Oronda, Dina Boluarte se sintió envalentonada al subrayarse indirectamente un accionar que le ayudará a mantenerse en la presidencia que abordó espuriamente hasta el 2026, e indicó la posibilidad de que se postule para dar continuidad a su mandato, si el Imperio y su flamante amiga Keiko Fujimori lo permiten.
Boluarte sigue navegando con esa suerte que muchas veces, casi siempre, se concede a los “malosos”, luego de quitarse de encima a la anterior Fiscal de la República, con quien anteriormente había urdido triquiñuelas para mantener en prisión al presidente depuesto Pedro Castillo, cuya salud está quebrantada.
Además, también la ha favorecido que el Congreso controlado por la derecha haya logrado la eliminación de dos molestos integrantes del Tribunal Supremo de Justicia y haber aprobado leyes que lo convertirán en bicameral y con derecho a la reelección, es decir, el mismo perro rabioso con collar nuevo.
También Boluarte ha sido beneficiada con la renuncia de su mano derecha, el primer ministro Alberto Otárola, quien dejó el cargo por un polémico audio con una joven, a la que supuestamente conquistó a cambio de favores, pero no por el virtual fusilamiento de 49 civiles, en su mayoría indígenas, durante protestas antigubernamentales.
En la conferencia de prensa en que Otárola anunció su dimisión explicó que lo hacía para "darle tranquilidad" a Boluarte, una actitud diferente a la que mantuvo entre diciembre del 2022 y marzo del 2023, cuando miles de personas protestaron en las calles con un saldo mortal.
Apenas, Boluarte asumió el mando de la nación latinoamericana, el 7 de diciembre del 2023, comenzaron las manifestaciones antigubernamentales a nivel nacional, especialmente en las provincias. El primero que se encargó del Ministerio de Defensa fue precisamente Otárola.
Pocos días después, el 21 de diciembre del 2022, era cambiado a la Presidencia del Consejo de Ministros. En ese momento ya se habían producido 10 muertes en la región de Ayacucho, uno de los territorios donde más se ha pormenorizado el despliegue brutal de las fuerzas del “orden”.
Al final se contabilizaron 67 fallecimientos, de los cuales 49 se produjeron durante "enfrentamientos directos" con militares y policías. Las pruebas, recogidas también por organismos internacionales, demuestran que hubo una represión sin parangón reciente en Perú.
El historiador peruano José Ragas fue uno de los sorprendidos por la renuncia de Otárola. "No se esperaba la salida", admitió a este desde Chile, donde enseña en la Universidad Católica.
"La represión desmedida no provocó ningún tipo de movimiento al interior de esta coalición autoritaria con el Congreso, más bien reafirmaron la autoridad de Otárola y él creó una narrativa donde los responsables eran los mismos manifestantes", dijo.
Por lo tanto, consideró que el "punto de quiebre" por lo revelado en la prensa local "dice mucho de dónde la élite
política y social pone la línea moral, si en un escándalo o en la muerte de compatriotas".
RACISMO EN LAS ENTRAÑAS
La decisión reciente del Banco Central de Reserva del Perú de homenajear a la pintora y grabadora Tilas Truchilla Castillo con su rostro en el anverso del billete peruano de mayor denominación, que generó comentarios discriminatorios, fue tan solo un caso más de racismo en la nación heredera del imperio inca.
El fotógrafo y documentalista Mario Colán, director del proyecto, indicó a Rossia Today que la iniciativa '¿De qué color son tus muertos?', que incluye una potente campaña gráfica en la web, "nace por la indignación", para evitar que "pasase a un segundo plano la vida".
"La gente sigue como si nada hubiese pasado (...). El objetivo es remover las conciencias", subrayó Colán. "Esta campaña está hecha para denunciar el racismo, para decirle racistas a los racistas y que están mirando para otro lado", enfatizó.
"Perú es un país eminentemente racista y es algo que no hemos podido corregir en 200 años de República. No somos una nación, somos un Estado fallido con mucha corrupción, en estos momentos gobernado por mafias (...). Estamos en la peor crisis política y social de los últimos años", dijo Colán.
Cierto, no se avizora fuerza política que se esmere en aunar voluntades y prepare una fuerza de tal magnitud que dé al traste con el régimen amparado por la embajada norteamericana y sostenido por la oligarquía nacional.
A.N.T.A.U.R.O
En este contexto surge como elemento de disuasión, el ex guerrillero Antauro Humala -hermano del expresidente Ollanta Humala-, quien hace unos meses cumplió una pena de prisión de 18 años.
Aún dudo de sus luces políticas, por elogiar en un principio a Boluarte, aunque luego indicó su repudio a la fuerte represión que desató contra las manifestaciones antigubernamentales.
Ha creado su propio partido y hoy se dedica a tratar de fortalecerlo con un recorrido a lo largo y ancho del país.
Se esfuerza por convencer que es “solo un simple militante de base” en el partido político etnocacerista Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O.), acrónimo cuya similitud con su nombre, asegura, sería una simple coincidencia.
El etnocacerismo (o etnonacionalismo peruano) es una ideología política que evoca el poderío y la identidad del Imperio incaico o Tahuantinsuyo, la proyección de un neo-Tahuantinsuyo, la admiración a la figura de Andrés Avelino Cáceres, la exaltación de la raza .
Un video da cuenta de una reunión partidaria el pasado 5 en Trujillo, denominado “Mensaje a toda la militancia”.
El “simple militante de base” es el único orador del evento. Un gran cartel de fondo, reza:
“Por la refundación de la patria. Antauro presidente”.
Después de asegurar que la verdadera Constitución era la de 1979, y no la “fujimontesinista” de 1993, catalogó a ésta de irritante, sin valor.
El Pleno de la Junta Nacional Electoral asegura que los fundadores del partido de Antauro declararon “su vocación democrática, su respeto al estado constitucional de derecho, a las libertades y derechos fundamentales que consagra la Constitución política”.
El ex militar dijo, en otro momento, que, si “el pueblo” le honra con su voto, “lo vamos a utilizar específicamente para fusilar a presidentes delincuentes ¡Y esto es lo más democrático que ahorita en el Perú!”, lo que fue respondido con fuertes aplausos.
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