La seguridad de los Juegos Olímpicos Londres 2012 a prueba

Las Olimpiadas suelen ser un terreno atractivo para los actos terroristas, pero las próximas de Londres 2012 no serán una presa fácil para ellos, asegura el jefe de la Inteligencia británica Jonathan Evans.

En su primera aparición pública en dos años, el jefe del MI5 anunció que las fuerzas de seguridad británicas están bien preparadas para garantizar la seguridad de los Juegos, aunque «nunca se sabe qué esperar».

El evento será vigilado por más de 12 000 policías apoyados por 13 000 soldados. Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 empezarán dentro de un mes y dispondrán del mayor operativo de seguridad desplegado en el país.

«La seguridad es una absoluta prioridad para nosotros. Queremos que la gente que acuda a Londres 2012 se sienta segura y protegida. Uno tiene que pasar por un arco de seguridad y todo lo que lleve será detectado por una máquina de rayos X, y de este modo podremos asegurarnos de que nadie porte algo que pueda dañar a los demás», detalló Paul Deighton, uno de los funcionarios de seguridad del evento olímpico.

El sistema deja mucho que desear

Sin embargo, ya han sido detectados numerosos fallos en el funcionamiento de este sistema, según el periodista de investigación Lee Hazledine.

El investigador fue contratado por la empresa de seguridad de los juegos para poner a prueba el sistema de vigilancia en las instalaciones olímpicas, el mismo que le costará 450 millones de dólares al erario, y afirma que el nivel de seguridad en las instalaciones olímpicas «todavía deja mucho que desear».

«Durante el entrenamiento me han pedido que haga de terrorista. Me han dado un cuchillo, una pistola auténtica, pertrechos y un explosivo falso. Llevaba la pistola en mi bolsa, ¡y la máquina de rayos X no la ha visto! Lo hice varias veces, pero todo fue en vano. El operador usó la barra detectora, pero estaba apagada y por eso no funcionó», cuenta Hazledine.

El periodista compartió sus preocupaciones con la empresa, pero le respondieron: «eso no es asunto suyo». Nadie le ha dado explicaciones y esto ya genera inquietudes a nivel global. Mientras tanto, las autoridades del Reino Unido aseguran haber hecho todo lo posible para garantizar la tranquilidad durante el evento deportivo.

Sin embargo, casos como el de Hazledine siembran dudas sobre la eficacia de las excesivas medidas de vigilancia. Además, numerosos londinenses están descontentos por el «armisticio» que se aplica en la capital. Varios afirman que con todo este arsenal, los Juegos Olímpicos del 2012 empiezan a parecerse más a un evento de seguridad que a uno deportivo.