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Si De Santis y otros no fueran tan leales al lobby anticubano de la florida y tan reacios a aceptar que esta pequeña isla es capaz, no solo de brindar su ayuda, sino de ser, con su contingente de médicos y enfermeras "Henry7 Reeve", posiblemente, la fuerza determinante en el enfrentamiento a la pandemia en ese estado. Nuestra capacidad de ser humanos y solidarios, unido a la posibilidad afectiva de ayudar a muchos ex nacionales que viven en ese país, que emigraron por varias razones, ninguna posiblemente política, pero que muchos tienen familias en nuestro país y que, de una forma u otra, mantienen relaciones con su país de origen, están abierta o tacitamente en contra del bloqueo y otros elementos que los hacen más cercanos, sería un acicate mayor. Le temen además al ejemplo, se han pasado todo este tiempo acusando a nuestros médicos, unos días de esclavos, otros días de espías. Están repitiendo el error de cuando el Katrina. Cuántas muertes se hubieran evitado, cuántos enfermos se hubieran recuperado, de haber aceptado la oferta del Comandante. De Santis, tiene la palabra.