José Ángel García: Un “barbero” que pela bajito

José Ángel García Sánchez sigue demostrando que en esto de venir cuando el choque se pone más tenso es un coloso. En la presente campaña ha participado en 15 de las 24 victorias de su equipo. Lo que llama la atención es que apenas tiene 17 presentaciones, con 13 rescates, dos victoria y una derrota, lo que quiere decir que solo una vez transitó por el montículo sin decisión.

Afortunadamente sus dotes de barbero no lo hicieron dedicarse a este oficio por completo y se ha mantenido, sin dejar a un lado la tijera, como un lanzador casi al seguro en los finales.

Natural del municipio artemiseño de Guanajay, a sus 36 años y sus 20 Series Nacionales, se mantiene como pez en el agua. Es el único pitcher que en Cuba ha rebasado la barrera de los 200 salvados.

José Ángel volverá a estar en un Juego de Estrellas representando al Occidente del país. “Estoy muy contento, es un premio al trabajo que hago. Ahora solo resta prepararme para el play off de comodín, una serie muy corta y cualquier cosa puede pasar, pero confiamos que vamos a estar entre los que avancen a la segunda ronda”, sentenció.

Sobre el binomio de lujo que forma junto a Miguel Lahera expresó: “Nos llevamos muy bien, nos ayudamos mutuamente para que las cosas salgan. Quiero también resaltar el trabajo de Israel Sánchez que ha venido de acomodador y esto nos ha permitido coger los juegos con ventaja en la pizarra”.

García ponderó la actuación de los “Cazadores” en la Serie 57 y especialmente el papel que ha jugado la dirección para formar en la selección una verdadera familia: “Nos llevamos muy bien, más que el resultado individual lo importante es que el conjunto pueda clasificar a la segunda fase”, sostuvo quien domina los salvados en la presente campaña con 13.

José Ángel es sinónimo de consagración, disciplina, coraje…Un hombre que a pesar del rigor de casi dos décadas sobre la lomita, y trabajando, o por lo menos estando listo, en casi todos los choques de su equipo, no piensa en el final: “Estaré aquí hasta que Dios quiera y mi brazo me responda”.