Capablanca in memoriam: una historia de 55 años

Capablanca in memoriam: una historia de 55 años
Fecha de publicación: 
27 Abril 2017
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Durante sus diferentes ediciones han participado y obtenido títulos la mayoría de los mejores jugadores del continente americano, y muchos de relevancia mundial.

Antes de 1959 fueron muy pocos los torneos internacionales celebrados en Cuba, pero al triunfo de la Revolución, y con el impulso decisivo del Comandante Ernesto Che Guevara, furibundo amante del juego de las 64 casillas, Cuba se propuso homenajear a su mejor exponente, y nada mejor que organizar un evento en su nombre.

El Capablanca in memoriam ha sido el certamen más importante organizado de manera tradicional en la mayor de las Antillas, y de él han salido con normas de Gran Maestro unos 60 jugadores, la mayoría visitantes, y alrededor de 100 han calificado como Maestros Internacionales.

Además, de esta lid alrededor de medio centenar de concursantes se han marchado con certificados de categoría FIDE, y cerca de una decena como Grandes Maestras femeninas o Maestras Internacionales.

Además de aquella primera edición, todos recuerdan la de 1965, con la participación del excepcional estadounidense Bobby Fischer.

El genio norteño concursó por teletipo al negársele el derecho a viajar a la Isla, pero de todas formas se inscribió por el respeto y la admiración que sentía por el mejor trebejista cubano de todos los tiempos. No obstante, el luego campeón mundial quedó detrás del entonces soviético Vassili Smyslov.

Figuras de relevancia mundial como los soviéticos Victor Korchnoi, Boris Spassky, Lev Polugaevsky, Mijail Tal, Boris Gulko, así como su colega Nana Ioselani, han prestigiado el certamen a través de sus más de cinco décadas de vida.
Igualmente, en años más recientes han asistido otros reconocidos como el alemán Wolfang Uhlmann, el inglés Anthony Miles, el sueco Ulf Andersson, el danés Bent Larsen, el húngaro Peter Leko, el peruano Julio Granda, el holandés Loek van Nelly, el ruso Ian Nepomniachtchi, el filipino Wesley So o el ucraniano Vassily Ivanchuk, por solo mencionar algunos.

Además de Najdorf, se han impuesto en los grupos elite sus compatriotas Carlos H. García  (1986 y 1987) y Claudia Amura (1991), el mexicano Gilberto Hernández (1992), y los peruanos Henry Urday (1992-empatado) y Granda (2003).

Del mismo modo, otros jugadores latinoamericanos se han llevado los máximos honores indistintamente en los otros grupos competitivos.

Por Cuba obtuvieron coronas Guillermito García (1977 y 1980), Jesús Nogueiras (1983 y 1984), Amador Rodríguez (1989), Walter Arencibia (1990), Lázaro Bruzón (2002) y Leinier Domínguez (2004, 2008 y 2009).

En sentido general, la mayor cantidad de triunfos las ha cosechado Ivanchuk, vencedor en las versiones de 2005, 2006, 2007, 2010, 2011, 2012 y 2016, quien aventajó a Domínguez y al inglés Miles (1995, 1996 y 1999), los únicos con tres coronas hasta ese momento.

Se considera que la edición más fuerte fue la del 2011, ganada por el excepcional ucraniano, pero con la presencia también de Bruzón, Domínguez, el ruso Dmitry Andreikin, el vietnamieta Le Quang Liem y el checo David Navara, con categoría XIX de la FIDE y Elo promedio de 2 712 unidades.

Individualmente, entre los desempeños más memorables estuvo el de Domínguez en el 2004, cuando consiguió nueve puntos de 11 posibles, y el de Ivanchuk en 2005 (9.5 de 12), que constituyó el Elo más alto (2 869) por la calidad de los concursantes.

En adición, los acumulados más altos, de 16 puntos y medio, corresponden a las primeras ediciones, cuando la competencia se efectuaba por el sistema abierto todos contra todos.

Para este año se espera igual una férrea batalla entre el 26 de mayo y 6 de junio, pero de eso hablaremos más adelante.

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