Una mirada a la arquitectura del teatro Mella

Una mirada a la arquitectura del teatro Mella
Fecha de publicación: 
30 Enero 2017
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En estos tiempos de prisas, urgencias, chateos on line, conversaciones telefónicas en plena calle, pocos reparan en los valores arquitectónicos del teatro Mella, una edificación representativa del estilo Monumental Moderno.

El inmueble data de 1952. Antes del Triunfo de la Revolución radicaba en allí el Teatro Rody, considerado como uno de los más modernos y elegantes circuitos cinematográficos del mundo. No fue hasta septiembre de 1961 cuando se bautizó con el nombre del líder revolucionario Julio Antonio Mella.

La  composición del edificio está basada en potentes planos con una torre que se proyecta hacia el exterior, exponente de una arquitectura planimétrica que conforma su visualidad y combina, acertadamente, la complejidad espacial. Posee una pared de cristal y aluminio, construida en varios planos horizontales y verticales que posibilita la iluminación natural de su lobby y mezanine.

El Teatro cuenta en su interior con agradables espacios de una modernidad exquisita donde armonizan, orgánicamente, el hormigón, la piedra, el aluminio y la madera en un vestíbulo majestuoso que conduce hacia una sala con 1475 localidades, distribuidas en platea, balcones y lunetas del segundo nivel. A la planta alta se accede a través de una escalera de terrazo negro de doble vía situada en el lobby.

Algunos especialistas advierten que en su interior existen elementos característicos del estilo Art Nouveau como las líneas curvas y formas inspiradas en la naturaleza para el adorno de los balcones; la decoración con piedras que enfatizan en su textura y color naturales; las proporciones en las diferentes estancias, una esmerada disciplina geométrica y una sutil complejidad espacial, muy agradable en su conjunto.

Según los archivos facilitados por el grupo de comunicación cultural, cuando se inauguró el inmueble  estaba decorado con piezas escultóricas recreadas en vidrio y calamina. De ellas solo se conserva la obra titulada Mujer con Nido, que data de inicios del siglo XIX.

Luego de la reparación capital de la edificación, en el año 2007, se colocaron nuevas esculturas con el propósito de rescatar el ambiente original. A partir de ese momento, el mezanine –donde sesionó entre 1993 y 2007 la Galería de Arte Tina Modotti–, volvió a ser la sala de estar interior del edificio, donde tantos encuentros con la prensa especializada se han realizado en los últimos 55 años de vida del teatro.

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