EN LA FERIA: Una grande, Margaret Atwood

EN LA FERIA: Una grande, Margaret Atwood
Fecha de publicación: 
31 Enero 2017
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Si la cantidad fuera sinónimo de calidad, la canadiense Margaret Atwood (Ottawa, 1939) ya tendría garantizada su celebridad: 17 novelas,  casi 20 libros de poesía, una decena de ensayos publicados, libros para niños, colecciones de relatos cortos, guiones para televisión, libretos para espectáculos escénicos, libros digitales, novelas gráficas, audiolibros…

El que revise su extenso catálogo queda convencido: Margaret Atwood no se cansa de escribir.

Pero es que no es solo lo mucho que produce, sino también la contundencia estética de lo que produce. Margaret Atwood es, probablemente, la más significativa escritora canadiense viva, voz imprescindible de la literatura anglosajona, autora de renombre mundial.

La acreditan más de una veintena de galardones internacionales (entre ellos, Premio Príncipe de Asturias de las Letras de 2008), pero sobre todo la fidelidad de sus lectores en medio mundo.

Atwood comenzó a escribir temprano, a los 16 años. Lectora apasionada, devoraba todo lo que le caía en las manos: desde novelas de misterio, pasando por libros de historias, hasta comics.

Esa misma amplitud de intereses la trasladó a su obra literaria, hasta el punto de que es difícil encasillarla en un género o una temática.

Pero ella misma se considera una escritora feminista, pues no establece fronteras inamovibles entre su escritura y sus múltiples activismos sociales.

De hecho, si hubiera que escoger una línea recurrente en su obra, sería precisamente la visión del género, la zambullida en la condición femenina, tratada siempre con ejemplar amplitud de miras. Porque Atwood es una mujer comprometida, pero no una fanática.

En su libro The Edible Woman (1969), abordó la marginación social de la mujer, mientras que en  Power Politics (1971) establece un juego en el que las palabras devienen refugio de las mujeres que se sienten débiles ante la apabullante fuerza masculina.

Sus estudios sobre la femineidad marcan también la obra ensayística, en la que ha discursado sobre la manera en que arte ha recreado a la mujer o las relaciones entre los géneros.

Atwood también es una decidida defensora de la naturaleza y una activista de los derechos humanos. Ha llegado a financiar las ediciones de libros de otros autores sobre temas polémicos, siempre con una visión progresista.

Ajena a la palabrería y la retórica infértil, la prosa de Margaret es poderosa: suele ser directa y aguda, pródiga en imágenes contundentes; hábil y comedida “adjetivadora”.

Sus libros forman parte de los planes de enseñanza de la literatura en su país y en casi todas las naciones de habla inglesa.

Ha sido publicada más de una vez en Cuba, así que no es una desconocida para nuestros lectores. Pero su visita a La Habana, como parte de la amplia delegación de escritores canadienses que participarán en la XXVI Feria Internacional del Libro, será un indudable acontecimiento.

Estaremos al tanto.

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