Víctimas de violencia en Venezuela critican posición de la OEA

Uno de los voceros del Comité, Óscar Carrero, cuestionó la posición del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, autor de una carta abierta a Leopoldo López, en la cual lo trata como preso político del Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

López, uno de los líderes del beligerante partido Voluntad Popular, impulsó el proyecto insurreccional denominado La Salida, a propósito del cual el 12 de febrero de 2014 se produjo una revuelta contra la Revolución Bolivariana que causó la muerte de 43 personas y graves daños a la economía nacional.

En su lucha por vindicar a las personas afectadas, Carrero escribió una misiva en la cual rechazó la posición de Almagro por su "grotesca parcialidad a favor de los victimarios y su falta de atención a las víctimas" de esos hechos violentos, conocidos aquí como Guarimbas.

Nunca se ha preocupado por estudiar mi caso, ni el de mis otros 877 compatriotas que resultaron lesionados, y los 43 fallecidos debido a la violencia promovida en Venezuela por Leopoldo López y los que usted califica como líderes políticos, escribió Carrero.

Para el vocero, el "llamado preso político" es el principal responsable del llamado sostenido y reiterado a utilizar la violencia con el propósito de forzar la salida del gobierno de Maduro.

Quien considera su amigo, señaló, generó que grupos violentos colocaran verdaderas trampas mortales para degollar personas en las vías públicas, y dispararan con armas de fuego contra quienes intentaban esquivar o desmontar estas trampas.

Esos grupos también incendiaron centros educativos y atacaron instituciones públicas, dejando un lamentable saldo que usted deliberadamente pretende ignorar, señaló.

En otra parte del texto, Carrero confiesa su decepción y la del resto de las víctimas, por la gestión del político uruguayo, porque en su opinión, no vincula la OEA con los más humildes del continente.

Sufrimos una violencia que dejó secuelas permanentes y hoy somos nuevamente victimizados por conductas como la que usted desarrolla, invisibilizando a las verdaderas víctimas e intentando convertir en héroes a los victimarios, enfatizó.

Somos un pueblo humilde y digno que ha pagado con sangre y dolor el empeño de un sector político de torcer, mediante la violencia la decisión de la mayoría de los venezolanos de construir nuestro propio modelo de democracia, expresó.

Para despedirme, le extendería un abrazo tal como usted hizo con López en su carta, pero lamentablemente perdí mi brazo derecho cuando grupos violentos me lanzaron un explosivo producto del llamado a "La Salida" realizado por su "estimado amigo". Mil disculpas por la descortesía, concluyó.