Estudiarán reptil exclusivo de Varadero y en peligro de extinción

Un estudio abarcador de la población del lagarto cubano Aristelliger reyesi, cuyo hábitat exclusivo se halla en el Área Protegida Varahicacos, en la periferia de la ciudad balneario, ocupará a expertos durante el presente año.

 
La especie, descubierta en 2007, fue reconocida luego como la única representante de su género existente en la Isla, y considerada desde entonces en peligro crítico de extinción, de acuerdo con criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

 
Daniel Fajardo, director del Área Protegida situada en la Península de Hicacos, declaró a la ACN que un monitoreo aportará datos actualizados sobre las condiciones de vida del reptil, útiles para establecer planes de manejo a fin de garantizar su permanencia en el reducto natural.

 
El conteo de los ejemplares y la toma de muestras se incluirán entre las acciones para comprobar la salud de los animales, que habitan en los parches de vegetación de los matorrales y bosques de este espacio protegido, explicó Fajardo.

 
Preservar el único lugar conocido donde existe el raro saurio exige trabajo constante, debido a su proximidad al mayor polo de sol y playa en el país, aunque se logra mantener la originalidad del paraje que atrae a cubanos y foráneos amantes del turismo de naturaleza, refirió Daniel.

 
Los ejemplares de Aristelliger reyesi alcanzan unos 13 centímetros de longitud total, se distinguen por su cabeza adornada con una franja negra que llega hasta la inserción de las extremidades anteriores, y los machos son mayores que las hembras.

 
La también Reserva Ecológica Varahicacos se ubica casi al final de la Península de Hicacos, a más de 120 kilómetros al este de La Habana, y con apenas 124,7 hectáreas, matorrales, bosques y manglares, alberga una gran diversidad de especies vegetales, reptiles, quirópteros, mariposas y aves.

 
El sitio, también Reserva Ecológica, resulta atractivo para el senderismo, y la posibilidad de admirar sus cuevas como la de Los Musulmanes, y la de Ambrosio, adornada con pictografías aborígenes, además de la cactácea El Patriarca, considerada la más antigua de Cuba.