Antonio Becali: A Río iremos a preservar el prestigio de nuestro deporte

El prestigio del movimiento deportivo cubano es innegable, aún cuando el mundo del músculo en la actualidad haya abandonado los preceptos de confrontación lúdica y humanista promulgados por el Barón Pierre de Coubertin y transite por cauces insospechados de mercantilización y espectáculo.

Ya todos los pensamientos, estrategias y ganas pasan por el sueño de acariciar la quimera olímpica en Río de Janeiro el año próximo, y en esa cruzada, que a mi juicio se inició al caer el telón de Londres 2012, Cuba cuenta con 20 clasificados hasta este minuto: Siete representantes en tiro, cinco boxeadores, tres remeros, dos de pentatlón moderno, otros tantos de lucha y la kayacista Yusmary Mengana componen la relación de agraciados hasta este minuto, a quienes podrían sumarse 18 jóvenes de atletismo que cuentan con las marcas mínimas exigidas por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) para inscribirse a la ciudad maravillosa.

“Estamos en condiciones de rendir una buena actuación en Río de Janeiro y hacia ese objetivo dirigiremos todos nuestros esfuerzos. El prestigio de nuestro movimiento deportivo es innegable y hay que preservarlo”, aseguró Antonio Becali, presidente del Inder, en reunión con la prensa especializada al referirse a los agraciados y a la preparación que se prevé desarrollar.

Lo cierto es que a medida que La mayor de las Antillas ha transitado por la magna justa multideportiva el cerco de calidad se ha ido cerrando, a tenor con el desarrollo de la actividad del músculo en las más disímiles latitudes, el creciente fenómeno de nacionalización, y la milimétrica aplicación de la ciencia y la técnica en función de mejores resultados, fenómenos a los cuales nuestros atletas no han estado exentos, pero tampoco a la par de los países de avanzada.

De ahí la necesidad de atemperarnos a dicha realidad en este sprint final de 11 meses, antes que se descorran las cortinas el 5 de agosto del 2016, como parte de una justa que albergará la discusión de títulos en 306 pruebas, incluidas 136 femeninas y 9 mixtas, con una presencia estimada de 10 500 deportistas en representación de 206 Comités Olímpicos Nacionales.

Un total de 1 820 atletas (471 mujeres) cubanos han participado en 19 de las 27 ediciones de las citas bajo los cinco aros, quienes se han entregado para fijar el botín hasta la fecha en 208 preseas (72-67-69), con las ediciones de Moscú 1980, cuarto puesto y foja de (8-7-5) y Barcelona 1992, quinto (14-6-11), como las de mejor ubicación y mayor índice de rendimiento. Sydney 2000 marcó la delegación más numerosa (238), en tanto de Montreal 1976 a la fecha, la tierra del Big-Ben con 110 acuñó la edición con menor número de legionarios, mientras la ciudad Condal (190) marcó eficiencia en Do mayor.  

Mencionábamos  los 206 Comités Olímpicos Nacionales que han  manifestado su intención de participar en el certamen carioca, total superior al de Beijing 2008 y Londres 2012, donde confluyeron 204 naciones. A propósito, la ciudad del Big-Ben marcó récord de participación con 11 897 deportistas.

Puesta en forma, engranaje. Cuatro años de crecimiento, estudios milimétricos, conocimiento y desarrollo científico-técnico aplicados a las distintas disciplinas, y lo que es esencial, la debida formación del crucial recurso humano se han venido expresando en distintos escenarios.

De ahí que la voluntad de la máxima dirección del Inder  sea propulsar a nuestros deportistas, contribuir con su adquisición de  forma óptima, y en materia tecnológica se han dado algunos pasos como la compra de equipamiento de última generación en disciplinas como el remo y el ciclismo, además de fortalecer el andamiaje paralelo de nuestro sistema de medicina deportiva, especialmente para que como hasta ahora, nuestros atletas compitan con la transparencia y prestigio de Cuba, fuertes y ajenos al flagelo del dopaje.

En este momento, y a tenor con lo que ha sucedido durante el ciclo y aún cuando sobre algunos de los nombres que mencionaré a continuación pese cierta dosis de escepticismo nuestro movimiento deportivo cuenta con una cantera cercana o superior a la decena de gladiadores capaces de pugnar por la gloria de acercarse a los dioses del Olimpo:

Los luchadores Mijaín López, Ismael Borrero y Reinieri Salas, la judoca Idalys Ortiz, los atletas Yarisley Silva, Denia Caballero y Pedro Pablo Pichardo, los boxeadores Erislandy Savón, Lázaro Álvarez, Julio César La Cruz, y si se entonan Yosbany Veitía, Roniel Iglesias y Robeisy Ramírez, estos dos últimos monarcas defensores, al igual que el pistolero rápido Leuris Pupo. Otras opciones pudieran materializarse en el remero Ángel Fournier, y los taekwondocas Rafael Alba y Glehnis Hernández, si es capaz de retornar a su anterior forma y clasificarse en definitiva.

Ese es el panorama. De antemano les explico que mi relación es en perspectiva, a tenor con los resultados de dichos deportistas en los certámenes del orbe del presente ciclo. Pero la realidad, está por verse, cuando la samba, los colores y el himno de Bayamo retumben, y Cuba acuñe su presencia en 21 de los 28 deportes convocados, según los gurúes de nuestro movimiento deportivo con una delegación que podría frisar los 170 efectivos.