El voleibol cubano por recuperar el terreno perdido

Nos visita desde este viernes un funcionario de la Liga japonesa de Voleibol y en febrero pasado estuvo en Cuba el famoso entrenador ruso Nikolai Karpol, porque esos son dos de los países interesados en contratar voleibolistas cubanos de ambos sexos, para jugar en sus torneos de invierno y primavera.

La Federación Internacional de Voleibol tiene bien distribuido el año, para que no se afecte la participación de los jugadores en las competencias oficiales, a nivel de selecciones nacionales, con el desarrollo de las Ligas profesionales.

Los torneos internacionales, tanto de la Federación como de Juegos Olímpicos, continentales o regionales, se desarrollan de mayo a noviembre, y las Ligas comienzan en diciembre o enero; es decir, no choca una temporada con la otra y los jugadores pueden representar al país y luego fortalecer su desarrollo en fuertes torneos de otros países.

Pensamos que todas las expectativas de nuestros jugadores podrán ser alcanzadas y respaldadas por nuestra Federación, que velará por las mejores condiciones para muchachas y muchachos.

Por ejemplo, Karpol está interesado en jugadoras cubanas, incluso, en llevar nuestra preselección nacional a un período de entrenamiento con la organización del Uralochka, que él representa, lo que nos parece que pudiera resultar muy favorable.

Recordamos cuando nuestro equipo femenino se concentró en el Daiei japonés, en el que militaban tres de nuestras jugadoras. Fue un período muy positivo para el desarrollo del equipo que fue titular olímpico en Barcelona, Atlanta y Sydney, que además, incluyó dos medallas de oro mundiales: 1994 y 1998, y otros triunfos significativos.

El voleibol cubano debe recuperar la calidad y el nivel que le corresponden, por la historia y los resultados que siempre hemos alcanzado en las competencias más fuertes.

Sin duda, se trabaja por la mejor evolución del deporte de la malla alta en nuestro país.