Maléfica: matriarcado feliz

Maléfica: matriarcado feliz
Fecha de publicación: 
23 Octubre 2014
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Maléfica, la nueva versión de Disney del clásico de Charles Perrault La bella durmiente, no es un filme reciclado, sino una relectura absoluta de este cuento, tan eficaz como poderosa.

En la literatura, las versiones más conocidas de La bella durmiente, cuento de hadas europeo nacido de la tradición oral, son la de Charles Perrault (en Historias o cuentos del pasado, 1697), y la de los Hermanos Grimm (La bella durmiente del bosque). En el cine, la versión más recordada es la que produjo Walt Disney para Walt Disney Productions, que se estrenó en 1959.

Tanto en las adaptaciones literarias como en las cinematográficas, hay un aspecto que se le ha criticado a La bella durmiente, y es el machismo subyacente que se advierte, de una manera o de otra. Por ejemplo, en la versión de Perrault, el escritor francés no añade inteligencia entre los dones que otorgan las hadas; en la de los hermanos Grimm, se dice que la princesa se pinchó su dedo con la rueca porque era atolondrada e irreflexiva, lo cual pudiera verse con cierto cariz sexista. Y en todas, sin excepción hasta ahora es el beso de un príncipe el que salva a la princesa.

Adentrado en el siglo XXI, Robert Stromberg, el director de la versión de 2014, protagonizada por Angelina Jolie, propone una visión bien diferente de la historia, con mensajes subliminales y actos explícitos, que si bien no llegan a estar en la cuerda de un feminismo radical, sí muestran una lectura más igualitaria en cuanto a géneros.  

Quizás en otros tiempos Maléfica hubiera sido tildada de iconoclasta. Pero ahora, después de primeras y segundas olas en la Teoría del Feminismo, parece muy normal que el beso del príncipe pase inadvertido para la princesa, y el verdadero amor se lo profese la mujer que cuidó de ella desde niña, que vendría a ser el equivalente de una madre.

De todos modos, este es solo el trasfondo de género de una película que está creada para entretener, y en eso, sale ampliamente airosa.

Con un largo currículo como decorador y orquestador de fantasías (Robert Stromberg es el responsable de los paisajes de Avatar, Oz: un mundo de fantasía, La vida de Pi, Los juegos del hambre, Alicia en el país de las maravillas), este director norteamericano se deleita ahora con magistrales planos aéreos y criaturas digitales y hadas luminiscentes de todos los colores del arcoíris. Y aunque las posiciones corporales durante los vuelos de las hadas no resultan muy naturales, la dirección artístico-tecnológica logra regalar un filme colorido, con una fotografía impresionante, que convierte en pequeñez casi cualquier otro detalle.

Lo que sí no logra eclipsar a Angelina Jolie. Su actuación portentosa y su marcada caracterización física, unido a un conveniente diseño de vestuario y maquillaje, devienen centro de la cinta. Con pómulos desmesurados y un rostro que fulmina con cada caída de pestañas, la actriz se adueña de la pantalla. El guion de Linda Woolverton, escribana de la casa Disney (La bella y la bestia), se entrega a su causa.

Los espectadores con mejor memoria recordarán que Maléfica sigue la estrategia del musical Wicked, basado en la novela de Gregory Maguire, donde se narra el origen y las razones por las que una mujer (la bruja mala del Oeste) actúa con malas intenciones (se convierte en la villana del cuento de Oz).

Asimismo, en Maléfica se explica por qué Angelina Jolie, que era un hada tan amable y buena como cualquiera, termina lanzando maldiciones eternas a una bebé: el rey, padre de la recién nacida Aurora, fue un amor adolescente que le hizo daño. Ella, sintiéndose dolida y traicionada, decide castigarlo a través de su hija.

Si bien esta explicación en el argumento otorga redondez al personaje de Maléfica, no es suficiente para el resto de los personajes, que son tan aburridos como caricaturas. En especial la princesa Aurora, interpretada por Elle Fanning, es, de tan plana en su inocencia, algo empalagosa.

Maléfica es, en definitiva, una versión moderna de La bella durmiente, que conserva, no obstante aunque nada más sea en los créditos, una débil adaptación de ese contundente éxito que fue Once Upon a Dream, cuyo doblaje al español (eres tú el príncipe azul que yo soñé…), superior en muchos sentidos a su letra en inglés, formó parte del crecimiento cultural de generaciones de hispanos.

Película: Maléfica.
Título original: Maleficent.
Dirección: Robert Stromberg.
País: USA.
Año: 2014.

Duración: 98 min.
Género: Fantasía.
Interpretación: Angelina Jolie (Maléfica), Elle Fanning (princesa Aurora), Sharlto Copley (Stefan), Brenton Thwaites (príncipe Phillip), Imelda Staunton (Clavelina), Sam Riley (Diaval), Juno Temple (Fronda), Lesley Manville (Violeta), Kenneth Cranham (rey Henry), Hannah New (princesa Leila).
Guion: Linda Woolverton.
Producción: Joe Roth.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Dean Semler.

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