Mundial de relevos: Nuestra huella en un panorama de marcadas tendencias

¿Que Jamaica y Estados Unidos se disputan palmo a palmo la hegemonía de la velocidad? ¿Que los kenianos no ceden un ápice en el medio fondo? Ambas interrogantes tienen respuesta de antemano.

Marlene Ottey inició el pulseo entre bólidos con las norteñas, le sucedieron Verónica Campbell y Shelly-Ann Fraser-Pryce entre las damas. Hasta que un fenómeno llamado Usain Bolt sentó cátedra, desafiando incluso muchos postulados de la física.

Lo cierto es que más allá de las tendencias el Mundial de Relevos de Nassau, Bahamas, dejó la estela para varios análisis, el primero de ellos la clarinada de ambas postas cubanas, una combinación de talento y juventud que bien puede continuar dando frutos.

Comencemos entonces por el 4x400, una cuarteta sobre la cual rondaba cierta dosis de escepticismo toda vez que hombres como Omar Cisneros (19 de noviembre de 1989 y 45.47 de marca personal en los 400) —aquejado de molestias en su talón izquierdo—, y Orestes Rodríguez (3 de junio de 1989 y 46 flat), sancionado por indisciplina, en definitiva no integraron el elenco.

Los mosqueteros inscritos resultaron entonces William Collazo (44.93), Raidel Acea (46.19), Adrián Chacón (46.97) y Yoandys Lescay (45.36), que si bien salvo Collazo ningún otro individualmente poseía registros inferiores a 45 metros, la apuesta perenne por la técnica y precisión en los cambios estaba latente. Y digo latente porque paradójicamente lo único que no pudieron hacer antes de la hora cero fue engranar como cuarteta dichas cuestiones.

Salieron al estadio Thomas Robinson de Nassau únicamente con tramos personales de vuelta al óvalo a cuestas, registro de inscripción de 3:04.86 minutos, y augurio de rebajarlo hasta 3:02-3:03. Justo eso hicieron en la clasificatoria (3:02.43), como parte del heat eliminatorio más fuerte. Luego en la final anclaron quintos, accedieron al mundial de Beijing el año próximo y sus 3:00.61 aparecen como séptimo en el ranking de la temporada y el 38 de todos los tiempos.

Acá en casa, salvo el 2:59.13 plateado de Lázaro Martínez, Héctor Herrera, Norberto Téllez y Roberto Hernández en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, no recuerdo otros cronos similares al máximo nivel. Si a eso le sumamos la juventud de sus protagonistas exceptuando a Collazo (31 de agosto de 1986), Acea (31 de octubre de 1990), Chacón (10 de diciembre de 1988) y Lescay (5 de enero de 1994) y la posible incorporación de Cisneros, en la caspital del Gigante Asiático bien pueden repetir o mejorar su performance de suelo bahamés.

Toca el turno de la posta corta. A un lado de la balanza juventud, como contrapeso la inexperiencia. Su principal enemigo, la lista de salida, pues en esa manga, les tocó a los muchachos del 4x100 bailar con la más fea y recalar cuartos, por detrás de Gran Bretaña (37.93), Trinidad y Tobago (38.09) y Japón (38.34). Tal fue su infortunio que los propios nipones y los franceses (38.33) avanzaron con los mejores tiempos, mientras que Alemania (38.62) y Canadá (38.70) clasificaron con cronos inferiores.

Yaniel Carrero (10.33 segundos en el hectómetro), Reynier Mena (10.37), Roberto Skyers (10.29) y Yadier Luis (10.42), quienes cronometraron 39.27 segundos, sin mucha presión, en un control en La Habana y culminaron segundos de la final B gracias a 38.60, igualmente superaron las expectativas de los entendidos, quienes los colocaban con un posible registro entre 38.7-38.8.

Tampoco pudieron emular aquel 38 flat de Andrés Simón, Joel Lamela, Joel Isasi y Jorge Luis Aguilera, bronce de la Ciudad Condal en 1992, pero se ubicaron en el undécimo peldaño del 2014 y en el 51 histórico. Sin embargo, acá también el dato más alentador es la juventud de su membresía: Carrero (17 de agosto de 1995), Skyers (12 de noviembre de 1991), Mena (21 de noviembre de 1996) y Luis (primero de marzo de 1989). En los Casos de Carrero y Mena, aún en categoría juvenil.

Entonces, tiempo al tiempo… y a mejores registros.

SIN MUCHO MARGEN EL REPARTO DEL MUNDO

Una decena de pruebas, 576 atletas en representación de 43 naciones, y un lugar en el podio exclusivamente reservado para una docena de países. Señal de que el reparto del mundo se mantiene, en materia atlética, reservado para las potencias, entiéndase Estados Unidos (5oros, dos platas y un bronce), Kenya (3-1-0) y Jamaica (2-2-1) como únicos capases de bañarse en oro.

Y ese panorama es reflejo de cómo se mueven las tendencias y se dictan las pautas en la élite, desde la velocidad hasta el medio fondo, con una brecha reservada para algunas individualidades de otras latitudes.

En el plano de los fiascos, la descalificación del 4x100 estadounidense, y la ausencia de la pequeña Shelly-Ann Fraser-Pryce en las dos cuartetas femeninas cortas de la tierra del reggae, lo que disminuyó considerablemente la contundencia de sus 4x100 y 4x200 y les despejó el camino a las chicas de las barras y las estrellas, también sin los servicios de Carmelita Jeter y Allyson Félix. Pero si de ausencia se trata no podemos dejar de mencionar al propio Bolt, Justin Gatlin, David Rudisha, inmersos en la puja por coronarse en la Liga del Diamante.

Pese a esas ausencias de peso Bahamas 2014, como siempre sucede con toda primera vez, marcó una pauta en materia de Relevos, fundamentalemente por el hecho de constatar el nivel en aquellas distancias no convencionales.

Además de esclarecer el panorama de las potencias en cada tramo, y en el caso de los concursantes de casa, comenzar a trazar la línea de un futuro promisorio. Por ahora y hasta Beijing 2015, trabajo duro y constante será la divisa.