EN LIBRERÍAS: Dos novelas escritas por mujeres

No vamos a hablar de eso que ha sido denominado “literatura femenina”, ni siquiera nos detendremos a aportar un criterio al debate de su existencia. ¿Hay en efecto una literatura femenina perfectamente definida en sus dimensiones temáticas y estilísticas? Puede que sí, puede que no. Depende del acercamiento al fenómeno.

Vamos a hablar, eso sí, de dos libros que están a la venta en librerías de todo el país. Tienen en común que fueron escritos por mujeres, y esa condición, indudablemente, ha marcado la naturaleza de los textos. Pero no creo que se convierta en un valor agregado.

Lo bueno que tiene la literatura escrita por mujeres en Cuba es que vale más allá del género de las autoras.

En los casos que hoy me ocupan la mirada femenina no pretende convertirse nunca en mirada feminista.

En El verde las canicas, escrita por Marvelys Marrero y publicada por la editorial Letras Cubanas, hay un acercamiento a un mundo que se suele edulcorar: el de los niños. Los conflictos de los mayores, incluso, los comportamientos que no nos parecen particularmente lesivos, pueden influir negativamente en la formación de los niños que están a nuestro alrededor. Imagínense cuando esos conflictos son tan contundentes que ponen en peligro la estabilidad emocional de los menores.

Marvelys Marrero ha escrito una novela coral, armada a partir de pequeños relatos que tributan a una trama central. Casi todos están escritos en primera persona (narrador-personaje) y develan situaciones bastante complejas, que van desde la violencia a la sordidez menos evidente.

Quizás algunos pasajes incomoden a lectores más inocentes, lo cierto es que Marvelys, con toda la tranquilidad del mundo, no nos escatima detalles escabrosos. Esta no es una novela didáctica, ni siquiera está al desnudo la moraleja. A la autora le basta con poner delante de nuestros ojos situaciones que normalmente están frente a nuestros ojos, aunque a menudo no queramos (o no sepamos) verlas.

La otra novela recorre otros caminos. Se trata de Los cerezos de tu vientre, de Yasmín Sierra Montes, publicada por la editorial Oriente. Es una pujante recreación de una época poco visitada por la literatura nacional: los primeros años de la conquista de Cuba.

Tiempo cruento de fundaciones, de explotación y violencia, aparece aquí transmutado en un aire de fabulación maravillosa. La autora recorre la primera historia y la geografía de la isla narrando venturas y desventuras de los personajes con un estilo que hasta cierto punto emparenta con las crónicas de Indias, o más bien con la pirotécnica visión que de las crónicas de Indias tuvieron algunos autores de la segunda mitad del siglo latinoamericano.

Hay muchas búsquedas, picantes pasajes, juegos formales que invitan al lector a sumergirse en un contexto extraño, que muy bien pudiera ser fruto de la pura invención, o quizás sea reflejo de un tiempo histórico. Aunque a primera vista pudiera parecerlo, esta no es una novela histórica canónica. Yasmín Sierra abre demasiadas puertas a la fantasía.