Se cerró el cerco rumbo a Moscú… ¡A volar discos!

Se cerró el cerco rumbo a Moscú… ¡A volar discos!
Fecha de publicación: 
22 Marzo 2013
0
Imagen principal: 

Una pregunta que me atrevería responder por muchos  especialistas: ¿Que nación cuenta con cuatro discóbolas capaces de superar los 62 metros exigidos por la IAAF para ganarse un boleto a la cruzada mundialista de Moscú, entre el 10 y el 18 de agosto próximos?

Únicamente Cuba, no lo duden. Es cierto, apenas culminó el primer macrociclo de preparación con la celebración de la Copa Cuba y algunas de las mejores rankeadas en la elite universal aún no han calentado motores, como la croata y titular olímpica Sandra Perkovic y la china Li Yangfeng, por solo citar algunas.
Amén de estas cuestiones nuestras cuatro mejores exponentes están situadas entre las seis primeras condición que comparten la alemana Nadine Müller (puntera con 66.69 metros) y la australiana Dani Samuels (cuarta y 64.46).

Lo de la germana Müller, fidelidad total a una tradición de décadas, pues sus coterráneas Gabriele Reinsch (76.80), representando a la ex-Alemania Democrática y luego Martina Hellmann (72.30 y 71.62) son dueñas de las primacías universales absoluta, olímpica y para campeonatos del mundo, respectivamente.
Nuestras agraciadas son la santiaguera Yaimée Pérez (segunda avalada por su astronómico 66.01 triunfador en el Estadio Panamericano), la pinareña Yarelis Barrios (tercera con 65.17), Denia Caballero (quinta con 63.40) y Yanisley Collado (sexta con 62.68).

Las nuestras también tienen su pedigrí, pues al título olímpico de Maritza Martén en Barcelona 1992 (70.06 metros) se suma el récord para Norte, Centroamérica y el Caribe de Hilda Ramos (70.88) logrado el 8 de mayo del propio año en La Habana. Desde entonces comenzarían los dolores de cabeza para definir titularidad en dicha prueba.

Justamente Ramos es la entrenadora de la indómita Pérez, o “la rusa”, como la apodan todos en su cuartel general del Este capitalino. Nunca olvidará el número 549, ese fue el dorsal que utilizó el pasado fin de semana en la Copa Cuba, con ese se impuso en una competencia oficial a Yarelis Barrios, una atleta que considera su ejemplo, competitiva en extremo y de gran maestría.

Pero, contrario a lo que muchos piensan, Yaimée no salió de la nada:

Desde que llegó al equipo insignia en el 2009, con 55.23 m. la progresión en sus marcas asciende a casi 11 metros, cifra superior a los nueve abriles que lleva dedicada de a lleno al disco. “De niña me costaba asimilar las indicaciones de mi entrenador, encima no era muy rápida, como casi siempre sucede, comencé con 12 años en el Rekortán a entrenar eventos múltiples. Solo estuve cuatro meses en esa modalidad, pues eran demasiadas pruebas y me costaba muchísimo. Entonces me decidí por el disco”, ahondó.

Su performance reciente, una excelente secuencia sin fouls y cinco disparos sobre 64 metros, vino a confirmar que tras su decimosexto escaño en Londres 2012 (57.87) la rusa comenzó el ciclo con el pie derecho: con anterioridad, en las confrontaciones domésticas evidenció solidez con envíos de 63.44 y 64.12. Además cuenta con el aval de ser titular del Mundial Juvenil de Canadá 2010 (56.01), ganadora de los Juegos del ALBA 2011.

¿Sus principales recursos? Una endemoniada combinación de fuerza y explosividad, con la que suple esas deficiencias técnicas que aún le restan por pulir en la coordinación de brazos y piernas durante el giro y el impulso final, crucial para lograr que el implemento adquiera el mejor ángulo de salida posible.

A propósito de la lid, la doble medallista olímpica Yarelis Barrios ofreció sus impresiones sobre su estreno en la actual temporada:

“Me sentí un poco descoordinada, era mi estreno, buscaba rondar los 64 metros, pero con ese disparo inicial de Yaimée salí a buscar un disparo de envergadura. Tanto física como psicológicamente me encuentro bien. Ahora a optimizar el trabajo, buscar progresión y diseñar una estrategia competitiva sólida, al menos mejor planificada que la temporada precedente, para llegar a Moscú y allí mantener mi condición de medallista y… quién sabe” aseveró la atleta de 30 años.

Todo ese palmarés, ganas y resultados lo materializan nuestros atletas imponiéndose entre otros elementos, a las carencias con las que desarrollan su preparación. Cuatro muchachas, tres boletos. Tiempo de apretar clavijas, optimizar la mecánica de lanzamiento y… ¡A volar discos!

Por ende celebremos nuestra condición de única nación en el planeta con cuatro discóbolas aptas para encarar una final del orbe y confiemos en que Raúl Calderón, Hilda Ramos y compañía, realicen la selección idónea para determinar en definitiva quiénes serán nuestras tres inscritas en la capital rusa.

 

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.