Fito y Julieta, dos grandes de la música latina en La Habana (+ VIDEO)

Es casi seguro que pocas veces los escenarios de La Habana hayan acogido, por coincidencia, en muy breve tiempo, a dos figuras emblemáticas de la música latinoamericana.

Es casi seguro que pocas veces los escenarios de La Habana hayan acogido, por coincidencia, en muy breve tiempo, a dos figuras emblemáticas de la música latinoamericana. Esta semana se vivirá el suceso, con la presencia aquí de una de las más atractivas y jóvenes voces femeninas de la región y un legendario cantautor, con más de tres décadas de cruzar los terrenos que ahora ella desanda. Como ya sabemos, se trata de la mexicana Julieta Venegas y uno de los íconos del rock argentino, Fito Páez.

Como otras veces, el Festival de Cine Latinoamericano recibe a Fito Páez el próximo miércoles en el Teatro Karl Marx ; y, en un concierto único, este lunes 3 de diciembre, en el Teatro Nacional de la capital, Julieta Venegas compartirá escenario con músicos cubanos como Santiago Feliú, Rodrigo García y la trovadora Rochy Ameneiro, en el marco de la Jornada Mundial para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas.

Quizás las coincidencias no sean tales, y el encuentro en el patio de estos dos artistas de reconocimiento internacional, tenga que ver —con independencia de los estilos creativos personales, aunque también coinciden en la asunción del rock— con su filosofía sobre la música, como un camino para hacer caber el mundo en una canción, e impulsar la reflexión y cambios de actitudes de quienes escuchan ante diversas cuestiones sociales desde las más íntimas hasta las más universales. Ambos comparten un compromiso social que derraman en sus letras, con una alta sensibilidad y una poesía muy particular.

No resulta extraño que la joven mexicana sea la invitada a esta campaña en canciones a favor de la mujer. Desde sus primeros pasos sobre el escenario, su proyección estuvo alejada de esa zona más comercial del pop latino en la que incluso sus intérpretes suelen convertirse en un mero producto, en una especie de muñeca sexual. En sus trabajos, la muchacha del acordeón, instrumento que domina a la perfección, como también incursiona en el piano, no se deshace de su sensualidad femenina, sino que la pone a disposición de composiciones en las que afloren el valor de la mujer, sus sentimientos y sus búsquedas en el andar por la vida.

El público cubano volverá a penetrar el ambiente entre mágico y bohemio de Fito Páez, pero además, conocer un poco más sobre el trabajo de Julieta Venegas que, como ha dicho a otros medios, tiene un sentido experimental que no cesa: «una manera de crecer es abrir más la paleta de colores», ha expresado la cantautora que nos podrá poner a bailar y a pensar de igual forma con cualquiera de las canciones de su extenso repertorio.